Cuento
La ventana
Por Isabel Macías Galeas* Años después de la partida de mi padre me vi en la obligación de querer salir de casa, no soportaba a mi madre, no soportaba el barrio. Todos los días tenía que aguantar a los pescadores que se arrimaban a la puerta a entregar conchas, caracoles, camarones o alguna tilapia y
La perra recién parida
Rubén Darío Buitrón. Era domingo por la tarde y decidimos acortar el camino a casa. Tomamos la avenida González Suárez, uno de los sectores de Quito donde viven la clase alta y la élite (empresarios, viejos políticos, ministros, periodistas jubilados a la fuerza, diplomáticos, banqueros, herederos ricachones). En mitad del trayecto recordamos que no teníamos
El apagón
Por Rubén Darío Buitrón. Los dos hombres, jóvenes y con trajes de terno y corbata, avanzaron con rostros serenos y pasos firmes. El vigilante les preguntó qué había en los maletines y uno de ellos le respondió que eran cuadernos y libros de la universidad. ¿No traen laptops?, masculló como para evitar el enésimo chequeo
Sueño tardío
Relato de Víctor Vizuete. Mi padre y yo siempre fuimos buenos amigos. Y dos soñadores, además. En los soleados atardeceres quiteños solíamos sentarnos en una banca de madera que había en el traspatio casero y nos hartábamos de sol y de molicie. Mi padre, quien trabajaba por las noches en una lavadora de botellas vacías,
El tren
Raymond Carver La mujer se llamaba Miss Dent, y aquella tarde había encañonado a un hombre con una pistola. Le había obligado a arrodillarse en el polvo suplicando que le perdonara la vida. Mientras los ojos del hombre se llenaban de lágrimas y sus dedos estrujaban hojas caídas, ella le apuntaba con el revólver
La venganza
Por Viviana Garcés * Era un 14 de febrero y Adriana había preparado una cena romántica a su manera: pizza todavía en su caja original, un mantel rojo algo desteñido, un six pack de Budweisers recién congeladas y un par de vasos que, en apariencia, estaban limpios. Era su ritual de San Valentín, al que