A Rather Lovely Thing Beautiful Artwork by El Diablo
!Yo viví la tragedia en Guayllabamba! Por Mauricio Toapanta Vizuete
«Habría querido hacer más. Me duele mucho que la gente cuando ve una ambulancia no se haga a un lado y demore la llegada inmediata y evitar tanto dolor como lo que sucedió. Quizás hoy no nos tocó y quizás jamás suceda, pero cuando suene una sirena, ¡por Dios, den paso! Esperen y no salgan
Viernes. Una historia erótica de Antonia Morante
A ella le hechizaba sentir su excitación, su jadeo, su sudor. Le asombraba que él disfrutara de su cuerpo, de sus aperturas, de sus senos. Se hicieron de todo, se tocaron todo. Se abrazaron uno encima del otro, en todas las poses, aguantando el clímax hasta el final. Por Antonia Morante* Había arribado a Santiago
Safari por el África: del riesgo al asombro. Por Ivanni Bartoletti
«Antes de iniciar la caminata nos dieron a cada uno un bastón de madera de Khaya, además de algunas indicaciones como caminar siempre atrás, no correr en ninguna circunstancia, elevar los brazos en caso de peligro y no dejar caer el bastón, ya que los leones los reconocen como símbolos de autoridad». Por Ivanni Salinas
Los Días de la Madre para los 60 y piquito. Una crónica de Víctor Vizuete Espinosa
«Para nosotros, los viejecitos a los que los millenials y cristales han convertido en desechables, estas fechas más bien son el recordatorio de lo cerca que estamos de volver a celebrar esos días de la madre con nuestras progenitoras, precisamente, pero ya no en este planeta». Por Víctor Vizuete Espinosa* Cuando la edad empieza a
De emperadores romanos y corsos. Crónica de viaje de María Dolores Montaño
«Me puse a pensar en la extraordinaria oportunidad de conocer gente de lugares tan distantes a mi cultura y estar al tanto, por boca propia, de la historia de Francia, la de la revolución, la de sus colonias, la de la vida en ese Mediterráneo tan distante para mí». Por María Dolores Montaño* Lo extraordinario
«Princesa, dime cómo es el cielo». Una crónica de Magaly Villacrés
«Fuiste un antes y un después en mi vida; una bisagra. Escribimos una corta historia de amor por seis años en aquel dormitorio color rosa en el que aprendimos juntas. Yo estrenaba una maternidad inesperada y tú me curabas las heridas con tu singular manera de quererme». Por Magaly Villacrés, desde España* Es mayo y
La abuela. Una historia de Ana Gabriela Molina
En el día, la abuela ayuda con el desayuno dando las instrucciones de lo que quiere comer. Luego, con un palo le da al perro por cagarse en el patio antes de llevarlo al parque. En el lugar de juegos del barrio, se entretiene mirando a los vecinos hacer ejercicio. Espera encontrar el amor en
Hay muchas historias esperando que alguien las cuente. Por Rubén Darío Buitrón
Gay Talese, el gran maestro estadounidense de la crónica, nos enseña que las historias de la gente, por insignificantes que parezcan, pueden elevarse a la categoría de arte si se basan en una minuciosa capacidad de observar, tomar nota de todos los detalles, usar los cinco sentidos y contarlo de la manera más bella. Por
«Non Plus Ultra». Una historia de Víctor Vizuete Espinosa
Ninguna máquina puede mentir, ninguna máquina puede, tampoco, decir la verdad. G.K. CHESTERTON Aquella tarde, el sabio recorrió la residencia de la tecnología. Fue atravesando, en lento peregrinaje, todos los aposentos de la mansión. Fue dejando atrás, gradualmente, los primeros terraplenes que, como largas pendientes superpuestas, concluían abruptamente en un parque plagado de árboles asimétricos
Esteban Michelena: «Escribir es inventar jugadas en la cancha». Por Rubén Darío Buitrón
Resulta que Esteban Michelena, siendo quiteño, también es un migrante de sí mismo. Ha tenido que caminar largo y profundo hacia su otra tierra, Esmeraldas, dejarse ennegrecer la sangre con la identidad afro, reinventarse como una persona que mira y siente y ama y pensar con el corazón abierto a las múltiples vidas y colores